FdM: Los fanzines del 26º Saló del Còmic de Barcelona

Llega un momento en la vida de todo fanzinero (bueno, en realidad suele llegar uno tras cada Salón) en que tiene que ponerse a reseñar fanzines... por hacer un poco la pelota, caerles bien a los compañeros de "profesión" y que te reseñen el tuyo... bueno, y también porque hay fanzines buenísimos que uno necesita reseñar y decir lo buenos que son...

El caso es que este año ya lo he hecho en OcioJoven.com así que, en lugar de meter aquí un copypaste (¡que quedaría feo, hombre!) os remito al artículo original para que lo leáis.


En cuanto al Salón en si mismo qué voy a decir... agotador como siempre, pero divertido y un tanto etílico (también como siempre).

Tuvimos de vecinos a esos monstruos de Chaparra Entertainment, especialmente al gran Dani Moreno, que se chupó los cuatro días de Salón igual que un servidor, poniendo sin parar el trailer de su nuevo corto The attack of the mutant dick from the outer space, una cinta con una pinta espectacular y de la que os hablaré más detenidamente en cuanto me haga con ella...

Tuvimos como inquilinos en el stand a Marc Múrera y Ojv, los creadores de ese bichejo transformista llamado Rambutan que tanto nos gusta y autores de uno de nuestros próximos títulos, The Rambutan Book, tratando de vender chapas mientras eran acosados por sus hordas de fans adolescentes y sedientas (por lo menos en mi obscena imaginación) de algo más que autógrafos...... hay tipos con suerte......

También estuvimos con la gente de Spooky TV, Jun de Harry Potra, una chica que vendía magdalenas con pelusa de alfombra (ya que Saúl se tropezó con ellas y las tiró al suelo) y por ahí andaban los tipos de Epicentro con un megáfono.... sigh... la organización debería dejarse de tanto rollo con el marchandising ilegal y hacer controles antimegáfonos. Os aseguro que pueden convertirse en armas de destrucción masiva cuando uno va al salón el domingo con toda la resaca...


En fin, así fue el Saló... o la parte de él de la que me enteré... también habían exposiciones y cosas, pero ¿a quién le importa? Seamos serios, ¿alguien las visita? ¿Existen realmente? ¿Hay vida fuera del bar y la isla de fanzines? Quien lo sabe...